Add parallel Print Page Options

Oyó el sonido de la trompeta, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mientras que si se hubiese apercibido, habría librado su vida.

Pero si el atalaya ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se apercibe, y viniendo la espada, quita a alguien de en medio de ellos, éste es quitado de en medio por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.

A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel; cuando oigas la palabra de mi boca, los amonestarás de mi parte.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends